Enemigo

Le veo en la oscuridad. Espera el momento oportuno para atacar. Vaga entre las sombras ávido de sangre. El terrible enemigo al que nos enfrentamos ya a entrado en el pueblo colándose entre las mentes de sus habitantes, inculcando el miedo por todas partes. Alzo la vista al cielo y veo como la tormenta se acerca, cargada de odio. Entre las nubes veo sus ojos encendidos en ira. Él ha vuelto, de eso no cabe duda. Lo que temo es que esta vez no podamos detenerle. Extraños hechos pasan en el pueblo últimamente, y todo gira a una historia que el viento se llevó...y que el viento ha devuelto a nuestras vidas. Una historia de la que todos sabemos, a la vez que desconocemos. La historia de un valle, de un secreto, de un pueblo, de un incendio, de magia y de amor. Estos últimos días, se escapan todos los recuerdos de tiempos pasados que, los ciudadanos, habían encerrado en lo más profundo de su ser, olvidando lo que no deberían haber olvidado. El hecho de que la gente olvidara y se aferrara tanto a las tradiciones del pueblo, ha hecho que él, se abra paso lentamente en nuestra tierra, aprovechando el olvido. Ahora, la historia se repite, exactamente igual que tiempo atrás, solo que ahora el enemigo se vuelve más fuerte con cada sospecha, cada mal pensamiento, cada miedo, cada recuerdo olvidado. Así, entre las sombras, el enemigo nos ha llevado a sospechar de los que nos rodean.

La Melodía de los Sueños

Con los ojos cerrados oyó la primera y melodiosa nota de aquella que iba a ser la obra que marcaría su vida. La melodía empezó como empieza una historia presentando unos personajes que cobraban vida en su mente con cada nota. Eran personajes fantásticos que solo ella podía imaginar. Otra persona se habría imaginado otros personajes, o habría pensado que solo era una canción. Pero, ha medida que iba tocando las teclas del piano, se iba desarrollando una historia. Esa historia rebosaba magia por todos lados, belleza y diversión. Estaba sola en la habitación, pero ella podía notar como esa historia fluía a su alrededor. Sin embargo, toda historia tiene un fin, por muy fantástica que sea. Así, que al llegar al final de la historia, se levantó y abrió los ojos.

La palabra

Se estiró en la cama y dejó atrás aquel dia tan horroroso. "Mañana será un dia mejor" se dijo a si misma. Empezó a oír un ruido. Descubrió que eran los vecinos discutiendo. Como no le dejaban dormir, decidió salir a la calle a dar una vuelta. Vivía a las afueras en frente de un campo de trigo. Paseó por ahí un rato y luego se sentó entre las espigas. El cielo estaba estrellado, y la luna se mostraba resplandeciente. Oyó como el viento se colaba entre los arboles haciendo que la brisa le trajera el olor de estos. Entonces pensó. ¿Y si hubiera una palabra que silenciara el mundo entero?Y si lo silencia todo...¿Como se dice?

El mundo de los sueños y la realidad

Se durmió y dejó que los sueños la envolvieran. Estaba cansada de su hogar, quería conocer algo nuevo, que jamás hubiera visto. Cuando quedó profundamente dormida, apareció en un campo. Empezó a amdar sin saber a donde iba.

-Ina- dijo alguien a lo lejos. Ella miró hacia todos lados, pero no vio a nadie.

Continuó caminando algo más intranquila cuando de pronto.

-Ina- este sonó mucho más cerca. Sin embargo, no había nadie.

Siguió caminando, alerta a cada paso, pues la voz podia volver a aparecer.

-Ina- este sonó tranquilizador, pero aun así, ella seguía teniendo miedo.

Dio otro paso, pero por poco cayó, pues había un acantilado. Miró el mar. Algo se acercaba, algo que iba creciendo bajo el agua. Se acercaba a ellla. De pronto, apareció un remolino en el agua que empezó a tirar de ella hasta que cayó al centro del remolino. Era estraño, pues en el interior del remolino no había agua, sino aire. Empezó a ver imágenes de sus recuerdos, y de lugares en los que nunca había estado, pero que le resultaban familiares. De repente empezó a notar que se ahogaba, que cada vez se hundia más y veía el cielo y el acantilado nuy lejos de ella. Era ese su fin?

-Ina- la voz resonó en su cabeza, ahora era una voz familiar, dulce y cálida.

Abrió los ojos y se encontró en el campo en el que había estado antes.

-Ina- sonó la voz. Ella se giró, y allí estaba el que la había estado llamando. Era un chico de pelo negro y alborotado.

-Por fin despiertas- dijo con una amplia sonrisa.

-¿Quién eres y donde estoy?

-En primer lugar soy Ed y estas en casa.

-No, esto... es... un...sueño, verdad?

-No, esto es real. Pero aveces pasa.

-¿El que?

-Vivir en el mundo de los sueños y soñar en la realidad.

-Pero, yo...no se, ¿los sueños no nos enseñan lo que queremos?

-Sí, pero aveces acabas por creer que vives en ese mundo y todo lo ves normal y crees que tus sueños no són reales. Pero en fin, bienvenida a casa.

Carrera

Caminaba por las calles con mucha prisa. Llevaba tres años imaginando ese momento. Lo que no había previsto era que tuviera que correr por las estrechas calles del pueblo. Se cruzaba con conocidos y aceleraba para que no la pararan a preguntarle como estaba. Luego, los conocidos se estrañaban y murmuraban: "Será posible, ¿que le pasará a Kira?". Corrió como nunca lo había hecho. Empezó a ver la fuente de la plaza a lo lejos y empezó a pensar lo que diría. Finalmente llegó. Se plantó frente un chico de pelo moreno y alborotado y mirada penetrante.

-Hola, siento llegar tarde. He de decirte algo - dijo recuperando el aliento.

El chico de la playa

No sabía si decirle algo. Estaba allí sentado en la arena de la playa, i miraba fijamente el mar. El viento revolvía su pelo negro. Tras largo rato de pensarlo, me decidí a decirle algo. Empezé a caminar hacia él. Cuando llegué, se me hizo un nudo en la barriga. Había estado mucho rato observándole i pensando qué iba a decirle cuando estuviera delante suyo, ¿porqué no sabía qué decir?
-Hola- dije al final. Él ni se immutó.
-¿No es bonito el oleaje?
-Sí- dije. La pregunta me sorprendió.
-Entonces, ¿porqué me mirabas todo el rato?- dijo girando la cabeza para mirarme. Vi que sus ojos eran de un color azul muy intenso.
-No sé...supongo que quería saber porqué vienes aquí todos los días.
-Espero a alguien.
-¿Todos los días?
-Sí, es que...és especial.
-¿A quién esperas?
-A ti.

El perro del bosque nevado

Caminaba sin rumbo por el bosque. Estaba todo nevado. No sabía porqué, pero a cada paso que daba, algo me decía que no mirara atrás, que continuara caminando...sentía que iba a encontrar algo extraordinario. Aquella sensación era cada vez más fuerte. De repente, sentí que algo se movía detrás de mí. Me giré esperando no ver nada, pero...Lo vi. Había una espécie de lobo que me observaba. Tenía los ojos azules como el hielo y el pelo blanco y negro. Era el perro más bonito que había visto nunca. El perro empezó a llorar. No pude resistirlo y lo abrazé. No sabía porqué. Quizás porque me entristecía su llanto o porque era precioso. El perro dejó de llorar. Yo desice el abrazo y le miré. El perro se alejó un poco y una luz lo envolvió. La luz se hizo tan intensa que tuve que cerrar los ojos. Cuando los abrí, me quedé asombrada. En lugar del perro, había un chico muy apuesto con unos ojos azules como el hielo.

-Gracias. Soy Kiran.

-Yo soy Arabela, pero como...

-Es difícil de explicar.