jueves, 19 de noviembre de 2009

La luz de Adile

En cuano formuló el primer hechizo, una luz chispeante salió de sus dedos y luego, se desvaneció. Así sucesivamente hasta que ya no pudo más. "Soy una maga" se decía a sí misma. Aunque solamente era una aprendiza de hechizera, era muy habilidosa. Probó con otro hechizo: el de invocar a una estrella. "Saevam, traevam, ictus pictus thomrae, guronectus sanerectus o mai estelerectus, dae thom ei, istrela dun la fir". En un resplanor la estrella se presentó ante ella. Era joven y tenía el pelo ondulado y largo hasta media espalda; sus ojos eran de un color zafiro como nunca había visto antes. "¿Que quieres de mi?"preguntó la estrella. "Quiero que busques la luz de Adile y se la devuelvas" le respondió la joven maga. "Bien sabes mortal, que una luz como la de Adile no se encuentra fácilmente" le explicó la estrella. "Y si te dijera donde esta...¿La irías a buscar?"preguntó la chica. "Claro que sí mortal"respondió la estrella. "Entonces ve, y encuentra la luz de Adile".