viernes, 19 de marzo de 2010

El chico de la playa

No sabía si decirle algo. Estaba allí sentado en la arena de la playa, i miraba fijamente el mar. El viento revolvía su pelo negro. Tras largo rato de pensarlo, me decidí a decirle algo. Empezé a caminar hacia él. Cuando llegué, se me hizo un nudo en la barriga. Había estado mucho rato observándole i pensando qué iba a decirle cuando estuviera delante suyo, ¿porqué no sabía qué decir?
-Hola- dije al final. Él ni se immutó.
-¿No es bonito el oleaje?
-Sí- dije. La pregunta me sorprendió.
-Entonces, ¿porqué me mirabas todo el rato?- dijo girando la cabeza para mirarme. Vi que sus ojos eran de un color azul muy intenso.
-No sé...supongo que quería saber porqué vienes aquí todos los días.
-Espero a alguien.
-¿Todos los días?
-Sí, es que...és especial.
-¿A quién esperas?
-A ti.

domingo, 14 de marzo de 2010

El perro del bosque nevado

Caminaba sin rumbo por el bosque. Estaba todo nevado. No sabía porqué, pero a cada paso que daba, algo me decía que no mirara atrás, que continuara caminando...sentía que iba a encontrar algo extraordinario. Aquella sensación era cada vez más fuerte. De repente, sentí que algo se movía detrás de mí. Me giré esperando no ver nada, pero...Lo vi. Había una espécie de lobo que me observaba. Tenía los ojos azules como el hielo y el pelo blanco y negro. Era el perro más bonito que había visto nunca. El perro empezó a llorar. No pude resistirlo y lo abrazé. No sabía porqué. Quizás porque me entristecía su llanto o porque era precioso. El perro dejó de llorar. Yo desice el abrazo y le miré. El perro se alejó un poco y una luz lo envolvió. La luz se hizo tan intensa que tuve que cerrar los ojos. Cuando los abrí, me quedé asombrada. En lugar del perro, había un chico muy apuesto con unos ojos azules como el hielo.


-Gracias. Soy Kiran.


-Yo soy Arabela, pero como...


-Es difícil de explicar.