viernes, 8 de enero de 2010

La oscuridad

Voy a contaros una historia. Me llamo Aline. Una vez me adoptó un hombre, me llevó a su casa del bosque. El hombre era extraño, era muy solitario, entonces...¿Por qué me adoptó? Me cuidó como si fuera su hija, me enseñó todo lo que sabía sobre plantas, animales etc. Entonces, cuando ya lo supe todo, me dijo: "Ve al bosque pequeña". Como me dijo fui al bosque. Allí, empecé a notar como los matorrales se movían a mi paso, como si algo me acechara. Tras caminar largo rato, algo me atacó y luego le siguieron más. Entre las sombras que me envolvían le vi a él. Me miraba y se reía de lo que estaba ocurriendome. Las sombras me arañaban y me hacían heridas graves. No pude evitar que las lágrimas resbalaran por mis mejillas. Otra vida destrozada, otro padre falso que me había abandonado,...otro engaño más, todas las veces que me dijo que sería la última vez que cambiaría de casa no mentía. Iba a morir. Sin embargo, las veces que me decía que me quería mucho y que nunca dejaría que me pasara nada...mentía. Fue tal la rabia que sentí que, no sé como ni porqué, empecé a brillar como una estrella, ahuyentando a las sombras. El hombre dejó de reír, su rostro era más bien preocupado. ¿Acaso me había muerto y brillaba porque era un ángel? Y si era así, ¿porqué no tenía alas? La lluvia empezó a caer, pero mi brillo no se apagó. Al ver su reacción asustadiza, di un paso hacia adelante, y él salió corriendo. Vi como se alejaba otro padre más, vi como la tierra le ensuciaba la ropa y lo último que vi de aquel hombre solitario, fue como las sombras se le echaban encima y desaparecía entre ellas. De repente, la oscuridad lo invadió todo, y solo yo brillaba en ella, con aquella luz resplandeciente. Todo lo demás...era oscuridad.

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