martes, 1 de septiembre de 2009

Observando el horizonte

En el espigón de Hembund, una chica miraba pensativa el mar. Se llamaba Elle y tenía 15 años. A los 5, vió partir a su padre desde aquel mismo punto. Sin embargo "El Galán" (el barco de su padre) no había vuelto a puerto. Los recuerdos le llegaban con las olas, como si los arrastrara la marea y fueran a parar a su memória. Casi todos eran noches frías y oscuras en las cuales, después de un buen chocolate caliente, ella se iba a dormir. En cambio su madre se quedaba despierta en el sillón esperando a su marido que, como cada noche, nunca volvía. O las noches de verano en las que su madre se quedaba en el balcón de su habitación observando el mar por si algunas velas blancas aparecían en la lejanía. Antes de ir a dormir, Elle se sentaba a las faldas de su madre y, con ella, oteaba el horizonte. Aunque cada noche era lo mismo. Ni siquiera un barco aparecía. Por eso había aprendido a observar el mar, a obserbarlo bien. De repente unas velas blancas aparecieron, y el nombre "El Galán", resaltaba en la pintura.

El unicornio de Claire

El día que el abuelo de Claire murió, le dió un collar. En él, colgado, había un unicornio de plata. "Cada vez que te pierdas, coge el colgante con todas sus fuerzas, grita UNIPLATACORNIO y algo acudirá en tu ayuda. Solo debes usarlo cuando sea una emergencia, y recuerda que solo tu podrás ver eso que acuda a salvarte, la demás gente solo verá una niña caminando alegremente". Eso fue lo que su abuelo le dijo. Tras el triste entierro, fue al bosque, al cual solía ir con su abuelo.Caminó un largo rato hasta que un ruido creciente entre los matorrales la alteró. Una manada de lobos hambrientos persiguieron a Claire, hasta que ella se acordó del collar. Lo cogió con todas sus fuerzas y grito "¡UNIPLATACORNIO!". El collar empezó a brillar con fuerza hasta que e un destello de luz, un unicornio blanco apareció delante de ella, asustando así a los hambrientos animales que fueron a buscar comida a otra parte. Claire no podía salir de su asombro, ¡El unicornio había salido del collar! El simpático animal la llevó hasta la salida del bosque y allí, en otro destello de luz, el unicornio entro en el collar de Claire. Ella lo guardóa siempre y el unicornio siempre acudió al rescate cuando ella más lo necesitaba.

El hombre desafortunado

Caminaba sin parar en la oscuridad de la noche. No sabía si saldría de allí. La oscuridad empezó a substituirse lentamente por un bonito amanecer que iluminó su cara. Hacía tiempo que se ocultaba en el bosque. La razón de que estuviera allí era una serie de infortunios que habían provocado que en cada rincón de la ciudad hubiera un cartel de busca y captura buscándole. Anteriormente, él no solía tomarse las cosas muy en serio, pero ahora que todos los habitantes de Simlerburg le buscaban, veía las cosas con más seriedad. "Vivo o muerto", eso es lo que ponía en los carteles bajo una foto suya. Había tenido que abandonar su hogar y su família con una sola carta dando explicaciones de su partida. El era un pobre hombre desafortunado, pero las cosas tan insignificantes como ese amanecer, el cual contemplaba con mucha atención, le hacían recordar que la vida es bella y hay que vivirla.